jueves, 30 de agosto de 2012

Diarrea inducida por quimioterapia. Recomendaciones dietéticas para pacientes oncológicos

La diarrea inducida por quimioterapia es frecuente cuando tratamos a los pacientes con antineoplásicos. La diarrea es dosis limitante y es una toxicidad común de los  tratamientos que contienen fluoropirimidinas (5FU y  Capecitabina)  con o sin irinotecan. En la mayoría de los casos, la diarrea se debe a un daño producido en la mucosa por los agentes quimioterápicos, aunque el irinotecan tiene como mecanismo productor de diarrea, por un lado una tormenta colinérgica que produce una diarra aguda no dependiente del daño de la mucosa y por otro una diarrea crónica que también es dependiente del daño de la mucosa. Es importante la evaluación de la toxicidad por el riesgo de deshidratación pero también por el riesgo de infecciones intestinales y sepsis de origen digestivo. Cuando proponemos tratamientos con regímenes que contienen fluoropirimidinas recomendamos dar instrucciones al paciente por escrito.

A continuación recopilamos las recomendaciones dietéticas extraidas del Manual para pacientes oncológicos y familiares que son interesantes porque en el día a día los oncólogos no solemos hacer tanto hincapié en las recomendaciones culinarias (Manual para el paciente oncológico. 2007).

  1. Realizar dieta absoluta (no comer ni beber) durante unas 2 horas para dejar descansar el intestino, dependiendo de la gravedad de los síntomas. Iniciar dieta líquida cuando el intestino esté más tranquilo.
  2. La dieta se introducirá de forma progresiva, según sea tolerada. Empezar con dieta líquida repartida en pequeñas dosis a lo largo del día: caldos, agua, infusiones suaves (manzanilla, tila, poleo, etc.), soluciones de rehidratación oral. Los caldos serán desgrasados y ligeros: arroz, zanahoria. Hacer zumos sin pulpa y poco azucarados: manzana, zanahoria, que deben tomarse sin mezclar y diluidos con agua.
  3. Empezar con alimentos fáciles de digerir si se ha tolerado la dieta líquida: puré de manzana, puré de patata y zanahoria, manzana rallada algo oxidada, arroz hervido, pescado blanco o pollo hervido.
  4. Añadir otros alimentos, según tolerancia: membrillo, fruta cocida, galletas “María”, tortilla francesa con poco aceite o huevo duro. Sustituir la leche de vaca por leche sin lactosa o leche de arroz. Si se toleran los alimentos anteriores, iniciar la ingestión de productos lácteos: yogur, queso fresco.
  5. Cocinar al vapor o hervido, al horno, a la parrilla o brasa, a la “papillote” o a la plancha. Consumir de forma moderada sal y azúcar. Cocinar y aliñar los alimentos con aceite de oliva virgen y limón. Evitar condimentos irritantes para la mucosa intestinal, como la pimienta, pimentón, nuez moscada.
  6. Evitar consumir alimentos que producen flatulencias como la col, coliflor, rábanos, nabos, pepinos, pimientos, cebolla cruda y otros. Evitar el café, el chocolate y las bebidas alcohólicas. Preferir los cereales refinados a los integrales como el pan blanco o el arroz blanco.
  7. Consumir alimentos ricos en potasio: plátano, melón, zanahoria. Evitar consumir alimentos grasos: aguacates, aceitunas, carne y pescado graso y productos de pastelería. Evitar comer las verduras y hortalizas crudas. Purés de verduras y legumbres pasados por el chino. Evitar comer fruta fresca, excepto plátano y manzana.
  8. La temperatura de la comida o bebidas debería ser preferiblemente templada. Beber de dos a tres litros de agua al día. Tomar bebidas isotónicas ricas en sales minerales. Avisar al médico o enfermera para que valoren si se trata de una diarrea importante, si hay deshidratación o si se han perdido sustancias importantes para el organismo.
  9. Consultar con el médico cualquier nueva medicación; ciertos laxantes, antiácidos, antigotosos y antibióticos pueden agravar los problemas de absorción y diarrea.

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