El conocimiento de cómo las células controlan el tráfico de proteínas, de forma específica, sin confusión y ordenada, es un misterio que poco a poco se va descubriendo.
Los galardonados con el Nobel de Fisiología y Medicina de 2013, fueron el Dr. James E. Rothman de la Universidad de Yale, el Dr. Randy W. Schekman de la Universidad de California, Berkeley y el Dr Thomas C. Südhof de la Universidad de Stanford. La razón del galardón ha sido por sus trabajos en la comprensión de la maquinaria que regula el tráfico de las vesículas como mecanismos de transporte celular. La célula eucariota esta organizada en diferentes estructuras, compartimentos, y el tráfico de sustancias en los diferentes compartimentos es fundamental para el correcto funcionamiento y la supervivencia celular. ¿Cómo es capaz la célula de dirigir específicamente las proteínas a un determinado lugar y cuales son los mecanismos que lo regulan? (Juleen R. Zierath. Nobel Prize 2013)
El Dr.Rothman trabajó con el virus de la estomatitis vesicular (VSV) y utilizó el virus para introducirle una glucos marcada (VSV-G) que servia de rastreador para poder seguirlo. Así identificó las proteínas involucradas en el transporte celular, conjunto de complejos proteicos. La primera proteina identificada fue la N-etilylmaleimide Sensitive Factor (NSF) y posteriormente los SNAP (soluble NSF attachment protein). Las SNAP se unen a las membranas para reclutar NSF.
El Dr. Scherkman, que trabajó en bioquímica con A. Kornberg, e identificó los genes críticos en el transporte vesicular. El Dr. Südhof, que partía de su formación en el Instituto Max Planck de Ciencias Biofísicas en Göttingen, Alemanía, estudió cómo se transmiten las señales para que las vesículas cargadas de proteínas se fusionen.
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